EL ÁRBOL SECO

El árbol estaba seco
de savia no le quedó
un clavito que clavarle
al zapato de una flor

...pero estaba tan a gusto
sequito tomando el sol...

Tenía ya muchos años,
es cierto, mucho temblor.
Era como un viejecito de palo
tomando el sol

---pero estaba tan a gusto
el viejo tomando el sol...

Como un niño mal criado
vino un viento y lo empujó.
El arbol no tuvo dónde
apoyarse y se cayó.

...Con lo a gusto que él estaba
sequito, tomando el sol...

Llegaron dos carpinteros,
tambien llego un labrador.
¡ay! como temblaba el árbol
de miedocuando los vio.

...y se bebió de un buen trago
su último rayo de sol.

Con sus cortas ramas hizo
una cerca el labrador.
Con ellas cercó su huerto
y el árbol se sonrió...
porque convertido en cerca
seguiría tomando el sol

De su tronco, diez mortajas
un carpintero ensambló.
¡Qué dolor en la memoria
tiene el árbol,qué dolor,
al recordar cuando estaba
sequito, tomando el sol!

Pero el otro carpintero
hizo, con manos de amor,
diez cunas, como diez nidos,
para diez niños en flor

Y el árbol sintió que mayo
le tocaba el corazón

Porque convertirse en cuna
era ser de nuevo flor,
pájaro, temblor y nido,
fruto, latido y canción.

Y, sobre todo, el árbol
se sintió abuelo y creyó
que en sus diez ramas dormían
diez nietecitos de sol.

¡Y se sintio mas a gusto
que cuando estaba en el campo,
sequito, tomando el sol!